Trabajando los sentimientos y las emociones, hemos creado una ambulancia para curar las heridas del alma, que son tan importantes como las de la piel. A través del juego, hemos aprendido a escuchar los sentimientos de los demás y ayudarles a superar esos pequeños problemas. Unos han sido los pacientes y otros doctor@s y enfermer@s, entre todos hemos escuchado los sentimientos de nuestros pacientes, recetándoles sobre todo mucho cariño a través de nuestros
abrazos.
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